Marcando tendencia
Si en el marco de la campaña Detox iniciada en 2011 Greenpeace criticaba duramente a la mayoría de las tiendas de descuento por el uso de sustancias químicas tóxicas, el informe provisional publicado recientemente demuestra que algunas ya han empezado a apostar por una producción limpia y han eliminado de su cadena de producción sustancias peligrosas como los plastificantes o los compuestos poli y perfluorados (PFC). En concreto, Aldi, Lidl, Rewe/Penny, Tchibo y la cadena suiza Coop han sido elogiados por Greenpeace por ser marcadores de tendencia. Estas empresas no solo se han sumado con éxito a un futuro libre de tóxicos, sino que también trabajan en programas de recogida y reciclaje. Entre tanto, la cadena Kaufland también se ha unido a esta iniciativa comprometiéndose a dejar de utilizar sustancias peligrosas en sus procesos de fabricación antes del año 2020.
Pero este logro tan positivo en el camino hacia una ropa libre de tóxicos y reciclable lamentablemente no siempre se refleja en la producción de alimentos. Ya en 2004, el Laboratorio Cantonal de Zúrich descubrió que los alimentos oleosos envasados en vidrio, como el pesto, las salsas para pasta y los antipasti, contienen plastificantes. El 98 % de los productos analizados superaron los límites establecidos en los reglamentos de la UE, algunos de ellos hasta cien veces.
Los plastificantes encontrados provenían de la junta de PVC que hay en el borde interior de la tapa roscada. El aceite disuelve los plastificantes contenidos en el PVC haciendo que estos migren a los alimentos. Hace más de una década que empezó a analizarse en los productos alimenticios la concentración de plastificantes, cuya migración no puede ser superior a 60 miligramos por kilo de alimento de acuerdo con la legislación. Sin embargo, esto no impide que una y otra vez se constate la presencia de concentraciones demasiado elevadas. En los exámenes realizados en 2013 y 2015, el Laboratorio Cantonal de Zúrich volvió a detectar cifras alarmantes (de las que informamos en su momento). Ahora, la revista suiza del consumidor K-Tipp ha publicado ensayos de laboratorio actuales en los que se vuelven a poner de manifiesto unas cantidades muy superiores a los límites marcados. De los 24 antipasti en envases de vidrio analizados, solo tres de ellos – con junta azul – demostraron ser inocuos, mientras que el resto contenía valores altos y, en algunos casos, hasta cinco plastificantes diferentes.
Los cierres sin sustancias perjudiciales existen ya desde hace años. La idea de un cierre sin PVC comenzó como una inspiración que requirió un complejo e intenso trabajo de investigación y que ahora se considera un modelo a seguir. Los materiales de sellado libres de plastificantes y PVC desarrollados y distribuidos por Actega DS con el nombre de PROVALIN® son empleados en los productos del fabricante de cierres Pano. Feinkost Dittmann fue la primera empresa que introdujo los cierres sin PVC en sus productos. Desde entonces, no solo esta empresa ha dejado de utilizar PVC de forma permanente, sino que también otras empresas han seguido su ejemplo. No obstante, a la luz de lo publicado en K-Tipp, aún faltan muchas otras por dar este paso.
Actega DS estará presente en la feria K que tendrá lugar del 19 al 26 de octubre en Düsseldorf, en el pabellón 5, stand 5E16.
