Casitas de Hualdo, un AOVE de fábula para niños
Casitas de Hualdo es el aceite que Casas de Hualdo (Carpio de Tajo, Toledo) ha creado pensando específicamente en los niños. Un AOVE muy especial que les conquista por sus cualidades, suave y aromático, y por su diseño de fantasía, ideado por Cabello x Mure. El estudio ha concebido una botella a la medida del público infantil, que les invita a servirse ellos mismos para crecer de forma saludable y equilibrada.
Por su carácter, Casitas de Hualdo se distingue en el lineal y funciona como un reclamo para los pequeños gracias a su presentación, una botella de vidrio de 250 ml que el estudio Cabello x Mure, expertos en packaging para aceites de oliva, ha ideado para ellos. Empezando por la tipografía de la etiqueta, que simula caligrafía infantil y, sobre todo, los motivos que la decoran: personajes de cuento de una época imaginaria con un elemento unisex que contribuye a que tanto niños como niñas se sientan identificados. Con una estética que, sin embargo, se aparta de lo tradicional, latente en el cabello corto y el estampado de la princesa de la etiqueta, o en las figuras de un robot y un astronauta, que conectan con los gustos de muchos chiquillos. Como fondo, un elemento arquitectónico que identifica a la marca: el arco de Casas de Hualdo. Y todo en colores vivos y frescos -el azul del cielo, el verde del cultivo- que se asocian fácilmente a un producto natural, muy cuidado desde su origen y desde el principio del proceso.
Si bien las ilustraciones buscan crear un componente de familiaridad y complicidad con los niños, éste se refuerza en el momento de tocar el envase. Se ha personalizado utilizando la técnica de sleeve y aprovechando la riqueza de texturas de la cuatricomía. Su acabado mate mitiga el frío del vidrio al tacto. De esta forma, Casitas de Hualdo resulta tan dulce en su sabor como en su estética, y facilita a los pequeños el impulso de coger la botella y servirse sin ayuda.
La historia de Casitas de Hualdo también es de cuento: comienza en los parajes olivareros de Casas de Hualdo, un nombre que se remonta a la época visigoda, en la que la finca era un cazadero real. El secreto de este entorno histórico, con una belleza y condiciones naturales que albergan una gran biodiversidad, se cosecha y embotella cada año en forma de oro líquido: es el zumo de las aceitunas de cuatro variedades, que da lugar a otros tantos aceites monovarietales, conocidos en todo el mundo. La almazara ha seleccionado lo mejor de cada uno de ellos y elaborado un gran ensamblaje para los más pequeños.
El resultado es un aceite agradable y fragante, expresivo y equilibrado. Se ha trabajado sobre todo para contener el amargor y el picor característicos (presentes en los AOVES ricos en oleocanthal lo que indica que es de primerísima calidad), haciendo que sea muy fácil de tomar.
Para seguir alimentando la imaginación, Casitas de Hualdo incluso ha inspirado un cuento, El olivo mágico de Hualdo, a cargo de la periodista y guionista Teresa López Velayos. Una historia que también puede leerse como una receta para hacer magdalenas.
Y es que empezar el día con Casitas de Hualdo es la garantía de un final de cuento para pequeños y grandes. Con él, es más fácil incorporar una gran variedad de platos en la dieta del niño, incrementando su sabor y el disfrute de un menú verdaderamente nutritivo.