Tratamiento de aguas residuales en el reciclaje de plásticos
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Las plantas de reciclaje de plásticos son una base esencial de la economía circular y, como tales, contribuyen de manera significativa a la protección del medio ambiente y de los recursos. Al mismo tiempo, por supuesto, también ellas mismas consumen recursos. El agua es el primero.
Esto significa, a su vez: la sostenibilidad de una tecnología circular no se mide únicamente por la calidad del producto final. Los procesos que conducen a este producto final desempeñan un papel igualmente importante. Como fabricante de plantas de reciclaje, Krones se considera responsable de hacer frente a ambas dimensiones de la sostenibilidad.
Producto sostenible, proceso sostenible
La tecnología MetaPure del grupo empresarial recicla materiales como botellas PET y envases de poliolefinas, de una calidad tal que permite incluso un uso del material reciclado equivalente a la aplicación original. Como parte de la optimización continua del sistema, los ingenieros de desarrollo de Krones se han dedicado ahora, entre otros aspectos, al consumo de agua del módulo de lavado.
Astrid Kadlubski, la gerente de productos, explica el trasfondo: «En el proceso de reciclaje, los plásticos se transforman en escamas en molinos húmedos y después se lavan. Esto, a su vez, genera aguas residuales que contienen diferentes sustancias disueltas dependiendo del material de entrada». Además de las suciedades normales, estas incluyen, por ejemplo, los residuos orgánicos de los contenidos de los envases, los productos de limpieza del proceso de lavado y las tintas de impresión disueltas de las botellas y las etiquetas.
Menor consumo de agua, mayor calidad del material de salida
«En muchas plantas de reciclaje, el agua se conduce en circuito y se acondiciona en el bypass», explica Kadlubski. «Con el resultado de que la contaminación de las aguas de proceso se concentra cada vez más y, en últimas, también afecta la calidad del producto final». Para contrarrestar esto, Krones desarrolló, en colaboración con un socio de renombre, una solución inteligente para el tratamiento completo del agua de lavado y de molienda. Así se obtienen varias ventajas para una planta de reciclaje y su explotación: «En primer lugar, disminuye la necesidad de agua fresca y la cantidad de agua residual producida. En segundo lugar, el proceso de reciclaje se lleva a cabo a un nivel elevado y constante», explica Kadlubski. «Por último, el tratamiento permite garantizar que las aguas residuales que entran en el sistema municipal cumplen los requisitos respectivamente vigentes. Esto también aplica, por supuesto, a las normas muy estrictas vigentes en Alemania».