En la categoría de prototipos ganó el “aerosol sostenible inteligente” de la empresa Nussbaum de Suiza. Creado en colaboración con su socio, el fabricante italiano de recubrimientos Salchi Metalcoat Srl, este innovador envase aúna sostenibilidad y funcionalidad sin renunciar a nada en materia de rendimiento, seguridad y estabilidad. El envase está fabricado al 100% de aluminio reciclado, obtenido a partir de residuos de latas de bebidas usadas sin añadir material nuevo o reciclado a nivel postindustrial. La aleación patentada Nucan PCR está certificada según la norma EN ISO 14021, que asegura la transparencia y trazabilidad de la cadena de valor desde la lata usada hasta el envase de Nucan PCR terminado. Este sistema de revalorización de envase a envase ahorra un 96% de CO2. La base blanca y el barniz de sobreimpresión claro en los envases son barnices de poliéster biobasados de la línea BIOMOCO de Salchi. Su nombre significa “BIOsustainable MOdern COatings” (recubrimientos biosostenibles modernos) y resume la gama de barnices de la empresa, producidos a partir de aceite de ricino y aceite de cocina usado, sustituyendo parcialmente materiales fósiles convencionales. Los recubrimientos destacan por sus excelentes propiedades mecánicas, alta elasticidad, bajo contenido de COV y resistencia al agua. La proporción ecológica del material sólido es superior al 40%. El recubrimiento interior de los envases también es innovador: la pintura epoxi dorada sin BPA aúna las excelentes propiedades de compatibilidad de los recubrimientos epoxi con las ventajas de un barniz libre de bisfenol A.

En la categoría de sostenibilidad se otorgaron dos primeros premios. Por un lado, se galardonó el fabricante alemán Linhardt por sus envases para desodorantes CD de Lornamead. Estos aerosoles de 150 ml se fabrican a partir de piezas brutas 17% más ligeras y se componen de una aleación de aluminio posconsumo 100% reciclado y un 0,3% de manganeso original. De acuerdo con el principio de sostenibilidad para reducir al mínimo el material de envase, este proyecto tenía como principal objetivo minimizar el uso de materiales, satisfaciendo al mismo tiempo los requisitos de estabilidad de un aerosol para desodorante. El segundo objetivo consistía en la reducción de la huella de CO2 del envase usando aluminio posconsumo reciclado (PCR). De este modo, este envase innovador ahorra 296,5 toneladas de CO2 por cada millón de envases fabricados. A diferencia de la mayoría de piezas brutas de PCR, Linhardt utiliza material fabricado directamente a partir de chatarra de aluminio fundida, es decir, sin aplicar un segundo proceso de fundición intensivo en energía. Por este motivo, los resultados del balance ecológico arrojan una reducidísima huella de 1,1 kg de CO2e/kg de estas piezas brutas de PCR, lo cual permite un ahorro del 92% frente a las piezas de material primario comúnmente utilizadas (13,1 kg de CO2e/kg). Además, el peso menor también permite reducir emisiones de transporte. La cadena de suministro es trazable según la norma ISO 22095:2020. La alta disponibilidad de material y las cantidades aseguradas garantizan una elevada seguridad de suministro, por lo que estos aerosoles de desodorante CD de 150 ml fabricados por Linhardt suponen una excelente combinación de ahorro de materiales y uso de reciclados.

El jurado también premió con el primer puesto de la disputadísima categoría de sostenibilidad el aerosol de aluminio fabricado por Tubex Alemania para la espuma de fijación tratante de Nivea. Este envase único demuestra que también es posible realizar un sistema circular para un envase monobloc de aluminio. La aleación patentada Neucan 3.1 combina las ventajas de una reducción de peso significativa con una posible inclusión de real-PCR®. Este envase está fabricado con un 50% de PCR® auténtico e impreso con colores naturales para diseño y decoración. Más allá de todas las demás ventajas conocidas de PURe (tintas de impresión orgánicas), esta tinta natural usada por primera vez permite seguir optimizando el enfoque integral. No obstante, la innovación decisiva consiste en el sistema único del proceso de reciclaje del material de real-PCR® usado en este envase. Además de utilizar material reciclado, el fabricante también ha reflexionado en detalle sobre dónde obtener dicho material y cómo procesarlo para poderlo reintroducir en el sistema circular. Así pues, las ventajas del envase no solo consisten en el uso de material posconsumo reciclado (PCR), sino también en un proceso de reciclaje energéticamente muy eficiente. Por lo demás, el envase ganador de Tubex demuestra con toda rotundidad que la sostenibilidad eficiente y un aspecto visual excelente no están reñidos. El diseño estético y el aspecto único del aluminio aportan un look fabuloso al aerosol premiado.

Gregor Spengler, Secretario General de AEROBAL, muestra su plena satisfacción al valorar esta edición del concurso de los mejores aerosoles de aluminio del mundo: “Un año más, estoy muy satisfecho con la calidad del concurso, que cada año impresiona por la capacidad de nuestro sector y también la creatividad e innovación de nuestras empresas asociadas. El hecho de que, más allá de los diseños excelentes, la sostenibilidad haya vuelto a centrar la atención subraya la enorme importancia de la misma en el sector de envases. De cara al futuro me hace ser muy optimista, porque los aerosoles de aluminio tienen un as en la manga en materia de sostenibilidad frente a otros materiales de envase gracias a las numerosas propiedades positivas del metal. Además, las inversiones e innovaciones continuas de nuestro sector permiten dar continuidad a la evolución positiva del aerosol de aluminio como envase sostenible del futuro”.