AIMPLAS acredita los ensayos de vajilla reutilizable para impulsar la economía circular con alternativas a los productos de un solo uso
- Los laboratorios de AIMPLAS han ampliado el alcance de su acreditación al incluir los ensayos que permiten dar cumplimiento a la norma de vajilla de plástico reutilizable.
- De esta forma, se apoya la sustitución de los productos desechables por otros reutilizables para impulsar el cambio a una economía circular de los plásticos.
Una auditoría llevada a cabo por ENAC en los laboratorios de AIMPLAS ha permitido ampliar el alcance de su acreditación para la norma UNE 53928:2020 Vajilla de plástico reutilizable para uso alimentario. Esta norma establece el marcado de los artículos para indicar cuántos ciclos de lavado en lavavajillas es capaz de resistir como mínimo, facilitando así visibilizar la condición de reutilizable de la vajilla ensayada.
El objetivo de esta norma es dar respuesta a la Directiva (UE) 2019/904 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 de junio de 2019, relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente. Gracias a ella se apoya la reducción de la generación de residuos y su impacto en el medio ambiente al evolucionar los artículos de vajilla desechable hacia artículos reutilizables, fomentando una auténtica economía circular en el sector de los plásticos.
Mediante la realización de los ensayos acreditados, los fabricantes de vajilla de plástico reutilizable pueden identificar como tales sus productos e indicar el número de ciclos de lavado que estos pueden soportar. Según la norma, es el propio fabricante quien debe establecer el número de ciclos que su producto supera de forma satisfactoria, siempre teniendo en cuenta que, para considerarse reutilizable, el número mínimo de ciclos de lavado que debe soportar el artículo debe ser de cinco.
Según la norma, lo importante es que tras el ensayo ninguno de los criterios de inspección puede presentar fallos. De hecho, tras los ensayos de resistencia al lavado, la norma recomienda repetir los ensayos de migración para comprobar que se siguen cumpliendo los límites fijados por la legislación para materiales plásticos en contacto con alimentos según el Reglamento 10/2011.