Economía circular en los envases de papel y cartón: un modelo de éxito que demuestra la eficacia del actual sistema de reciclaje

Tribuna sobre el reciclaje de envases de papel y cartón

Por Andrea Orallo, directora de Reciclado de ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón)

En los últimos años, la industria de los envases ha asistido a una revolución, fruto de un sincero compromiso con la sostenibilidad y el medioambiente: la revolución de la economía circular. Las empresas han apostado por implantar sistemas de recuperación y reciclaje que permiten convertir residuos en recursos y, de esta manera, abandonar un sistema lineal de consumo en favor de modelos más sostenibles y respetuosos con nuestro entorno.

Aunque para algunos sectores esto no es ninguna novedad, es justo reconocer que esta apuesta por la economía circular en los envases ha dado en los últimos años un paso de gigante, en ocasiones, al ritmo que marcan hitos legislativos como el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases. Todos estos esfuerzos han contribuido a impulsar la eficiencia y la eficacia de los sistemas de reciclaje, dando lugar a modelos de éxito que nos muestran el camino a seguir, como es el caso del reciclaje de envases de papel y cartón.

Según los últimos datos disponibles de Eurostat, en 2021 se reciclaron en España el 78,3% de los envases de papel y cartón. Por tanto, España ya va por delante de las exigencias presentes en el nuevo marco normativo, que establece un objetivo del 75% para el año 2025. Detrás de estos datos encontramos un modelo de éxito que ha conseguido que el papel, un producto de origen natural y renovable, se recicle masivamente. Y los pilares que sustentan este modelo son un sistema eficiente de recogida separada monomaterial en municipios y empresas, una red extensa de plantas de recuperación que cubren todo nuestro país y una industria papelera nacional capaz de hacer frente al reciclado de todo el material que cumple los estándares de calidad.

Por supuesto, desde ASPAPEL sabemos que todavía queda camino por recorrer y que es importante seguir avanzando. Y esa es la convicción sobre la que se basa la nueva propuesta de Reglamento de Envases y Residuos de Envases, que se encuentra en estos momentos en su última fase de tramitación en las instituciones europeas y que marcará cambios de gran relevancia. Entre ellos estarán los nuevos roles del reciclaje y la reutilización.

Desde la industria productora de pasta, papel y cartón creemos que es fundamental sentar las bases de este nuevo marco normativo en todas las evidencias que hemos ido recabando de los actuales sistemas de reciclaje. Así, es importante que la apuesta por el reciclaje o por la reutilización se decida en base la eficacia y el comportamiento medioambiental de estas soluciones. Y, si nos centramos en el caso de los envases de papel y cartón, la realidad es evidente.

Además de ser un modelo de éxito (tal y como hemos visto anteriormente), el actual sistema de reciclaje de envases de papel y cartón es más sostenible desde el punto de vista económico y medioambiental. Según un reciente estudio de Cepi (Confederación Europea de Industrias del Papel), basado en datos de McKinsey, el paso a la reutilización generaría más emisiones de CO2 y más costes. En concreto, el estudio analiza qué ocurriría si se diera paso a la reutilización en el sector de la alimentación para llevar en Bélgica y el del comercio electrónico no alimentario en Alemania. En ambos casos, la reutilización generaría más emisiones de CO2 (hasta un 160% más en el caso de la comida para llevar y hasta un 40% en el comercio electrónico) y tendría un coste más alto (hasta un 130% más en el caso de la comida para llevar y hasta un 200% en el comercio electrónico).

Este incremento del impacto medioambiental y económico se basa, principalmente, en la necesidad de transportar los envases que van a ser reutilizados de vuelta al productor. Para llevarlo a un caso práctico, imaginemos plátanos españoles que se comercializan en Alemania. Con un sistema de envases reutilizables, las cajas que se emplean para transportar estos plátanos hasta Alemania tendrían que enviarse de vuelta al productor español, para su lavado y posterior nuevo uso. Además, tampoco podemos subestimar el impacto que conlleva el proceso de limpieza, especialmente en lo relativo al consumo de agua.

En un momento decisivo para seguir avanzando hacia una economía circular real, es importante no perder de vista todo el camino que ya hemos recorrido, porque nos muestra el rumbo a seguir. Los cambios deben estar fundamentados en evidencias y, actualmente, todas apuntan a una misma dirección: el sistema actual de reciclaje de envases de papel y cartón es un ejemplo perfecto de circularidad.

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