El envase metálico es un modelo a seguir en la economía circular




El envase metálico es un modelo a seguir en la economía circular

Entrevista a Rafael Sanz Touzón, presidente de la Asociación Metalgráfica Española

Fundada en 1927, la Asociación Metalgráfica Española -también conocida por sus siglas AME- es una organización empresarial del sector de la fabricación de envases metálicos ligeros, tapas, tapones y precintos metálicos realizados en aluminio y hojalata. AME reúne actualmente a una treintena de empresas de todos los tamaños, desde grandes multinacionales hasta empresas familiares de capital español, cuya facturación anual ronda los 2.000 millones de euros. Sus socios producen envases metálicos de todo tipo, desde envases para conservas, latas de bebidas y aerosoles, hasta cajas decorativas o envases industriales, así como tapas y cierres metálicos.

¿En qué se diferencia un envase metálico de otro tipo de envases?

 

El envase metálico proporciona múltiples ventajas. Son, por ejemplo, muy seguros. Mantienen el contenido de manera segura durante mucho tiempo porque ejercen de barrera protectora frente al calor, la luz y los olores. Protegen el contenido frente a la suciedad, las bacterias y los parásitos, y son infranqueables frente a la humedad y el oxígeno. Sin olvidar que el envase metálico ofrece unas características únicas para un reciclaje altamente eficiente.

¿Y por qué su reciclaje es tan eficiente?
Porque mientras otros materiales de envasado se degradan en cada ciclo del reciclaje, los productos metálicos se reciclan sin perder ninguna de sus propiedades. Gracias a esta virtud, el material utilizado para la producción de envases metálicos nunca se pierde y vuelve con diferentes formas. Por ejemplo, con casi 700 latas de bebidas se puede construir una bicicleta y con 126 tapas de metal se puede hacer un móvil. Y es que los envases metálicos vuelven una y otra vez a ser materia prima para renacer en el mismo o en otro producto.

¿Como si fueran parte de un círculo continuo?
Efectivamente. De hecho, los envases metálicos son un modelo a seguir dentro del nuevo paradigma de la economía circular, en donde los productos se reutilizan y reciclan en un proceso continuo. Hay que subrayar también que la recuperación de este material es una actividad creadora de empleo. Las empresas del sector metalgráfico en España dan empleo a unos 5.000 trabajadores y exportan el 21% de su producción.

En cuanto a los alimentos enlatados, ¿son saludables?
Son saludables, nutritivos y permiten mantener una dieta variada gracias a la diversidad de productos enlatados que hay en el mercado. Durante el tratamiento de conservación no sólo se destruyen las bacterias responsables del deterioro de la comida sino que se eliminan los residuos de pesticidas que a menudo se encuentran en los alimentos frescos. El proceso de enlatado retiene en el interior del envase metálico el aroma, las vitaminas, antioxidantes y nutrientes esenciales, dejando fuera del mismo las impurezas.

¿Qué retos le esperan al sector metalgráfico?
En la industria del envase metálico siempre estamos mirando al futuro. Trabajamos por innovar en los productos y en las soluciones metálicos y prueba de ellos es la reducción continuada del espesor de los envases: en los en los últimos 20 años se ha logrado que los envases de acero sean un 33% más ligeros y los de aluminio un 28% más ligeras. De esta manera, con la misma cantidad de materia prima se fabrican más envases, con los beneficios que ello conlleva para el transporte y el medioambiente.
Además, los envases de acero y aluminio poco profundos y con gran abertura pueden utilizarse en los hornos de microondas, lo que abre un abanico de nuevas posibilidades tanto a las marcas como a los consumidores.

 

www.ame.org.es

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