Innovación y diferenciación: claves del éxito del envase hortofrutícola de EPS




Innovación y diferenciación: claves del éxito del envase hortofrutícola de EPS

Conseguir mantener la calidad del alimento durante toda la cadena de comercialización, es el fin de un envase alimentario.

La versatilidad del EPS, unido a sus otras útiles cualidades, han posicionado a este material como la opción más efectiva y económica en términos de conservación y protección del alimento.
En los últimos años, su aplicación ha derivado a su utilización como envase/embalaje de productos delicados, los cuales, por su especial fragilidad y/o calidad, precisan de un material que asegure su correcta conservación.
En el caso de los productos hortofrutícolas, cobra especial relevancia su gran capacidad aislante y amortiguadora de impactos, lo que se traduce en una conservación óptima de las cualidades del alimento. Este aspecto es de especial importancia para cualquier producto fresco en general, y especialmente en el caso de aquéllos de origen vegetal, ya que deben mantener sus propiedades y apariencia intactas hasta su llegada al consumidor final. Ahora mismo, la utilización de materiales menos aptos para la conservación de las frutas/verduras ha derivado en un malestar general en el consumidor, que habitualmente se encuentran con el producto golpeado o estropeado por la rotura de la cadena de frío.
El fin del envase es mantener las cualidades del producto correctamente, de manera que se garantice una calidad y unas condiciones higiénicas del mismo hasta su llegada al consumidor final. Por este motivo, es de vital importancia la correcta selección del material utilizado en el envasado de estos alimentos y en este caso el EPS aparece como un material adecuado para ello al ser un material reciclable al 100% de origen plástico.
Tanto su ligereza como su capacidad de adaptación a las exigencias del producto, han derivado en que los envases de EPS sean muy ligeros además de resistentes, con el consiguiente ahorro de emisiones de CO2 derivadas de la logística de los productos envasados.
Los residuos plásticos envase/embalaje de EPS, por su origen derivado del petróleo y su durabilidad, han llevado a que la industria fijara garantías para la correcta gestión del residuo derivado de sus diversas aplicaciones. Así en la actualidad los envases y embalajes de EPS, una vez finalizado su uso, tienen asegurada una gestión eficiente, cerrándose su ciclo de vida.
A pesar de la actual crisis, este mercado se ha mantenido y continúa diseñando nuevas opciones de envasado para este tipo de productos, adaptándose a las particularidades de cada alimento.

Casos de éxito
Envasado de tofu ecológico con EPS: El tofu ecológico es un alimento delicado que requiere un cuidado lograr su correcta conservación, debiendo estar refrigerado (entre 0 y 4ºC). Por este motivo, el transporte del producto debe realizarse en un envase/embalaje que garantice el mantenimiento de la cadena de frío.
ISO ENVÁS S.A. ha desarrollado un sistema de embalaje de tofu ecológico para exportación en el ámbito internacional con acumuladores de frío, que permite la conservación de todas las cualidades del alimento hasta su llegada al usuario final.

Caso de éxito. Envase de brócoli:

España es uno de los grandes productores de brócoli del mundo. Alrededor del 90% de la producción se exporta, por lo que precisa un medio de envasado que permita llegar a
estos mercados con la máxima calidad y
frescura posible. Por este motivo, es un pro-ducto que necesita ir refrigerado para su buena conservación.
Los envases de EPS (cajas) para el brócoli presentan unas características que permiten transportar el producto a largas distancias, garantizando que llegue en unas condiciones óptimas para el consumo final.
POLIEXMUR S.L., realiza el envasado del brocoli añadiendo 1 o 2 kilos de hielo (dependiendo del tamaño del envase) dentro de la caja. Gracias a la propiedad del EPS de excelente aislante térmico, se puede mantener la frescura y calidad del brócoli en viajes largos.

www.anape.es

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