La importancia del Poliestireno Expandido EPS en el transporte de alimentos perecederos
En este artículo, Raquel López de la Banda, directora de ANAPE, explica las ventajas que posee el poliestireno expandido cuyo alto porcentaje de aire le otorga una gran capacidad de amortiguación y resistencia a la compresión.
Materiales
¿En qué material elegiría embalar un objeto delicado? ¿Y alimentos delicados? Cuando se habla de material para un envase/embalaje seguro, inmediatamente se piensa en el poliestireno expandido (EPS), y en sus aplicaciones más familiares y conocidas como son los embalajes de los equipos electrónicos y electrodomésticos, así como las cajas para el transporte y distribución de alimentos frescos como pescado y mariscos. ¿Los motivos? El EPS es uno de los materiales más adaptables a los requerimientos de la industria y de los consumidores, ya que ambos buscan una excelente conservación de los productos, tanto si los producen como si los consumen.
Desde la experiencia de los productores, el proceso del transporte de los artículos, durante el tiempo de carga y de descarga suele ser el eslabón débil, tanto por la manipulación y riesgos de golpes como por el incremento de temperatura que forzosamente sufre la mercancía, más aún tratándose de artículos muy delicados. La carga y descarga se realiza por lo menos en tres ocasiones que suponen alrededor de siete a ocho horas, que van desde la salida de la fábrica, pasando por el centro de transporte o plataforma logística, hasta llegar a los puntos de venta. Gracias a la utilización del poliestireno expandido para embalaje, durante este tiempo la mercancía está más protegida y se garantiza el mantenimiento de la calidad del producto.
Estructura del poliestireno expandido
Raquel López de la Banda, directora de ANAPE, explica que: “La estructura que posee el poliestireno expandido hace posible que contenga un alto porcentaje de aire (hablamos de hasta un 98 %), que le otorga una gran capacidad de amortiguación y resistencia a la compresión”. En la vida diaria esto significa que los golpes y vibraciones que sufre un envase/embalaje de EPS mientras es manipulado, afectarán de forma mínima al contenido. Gracias a esta propiedad, es ideal para el manejo y transporte de productos alimentarios, como el pescado, marisco, verduras y frutas, carnes, pastelería, así como un largo etcétera.
Uno de los principales atractivos del EPS para quienes se desenvuelven en el sector alimentario es su gran capacidad aislante, ya que en palabras de la directora de ANAPE “el EPS es un mal conductor de calor, haciendo que la temperatura apenas sufra variabilidad cuando el embalaje se expone a las condiciones climáticas del ambiente, inevitable durante el transporte, y muy usual en el punto de venta, donde el producto será exhibido y no siempre en condiciones óptimas”.
Propiedades
Añade que “por su casi cero capilaridad, el EPS es impermeable al agua y un buen aislante de la humedad ambiental”. Esta propiedad disminuye enormemente los riesgos de que los alimentos desarrollen bacterias u hongos, mientras son trasladados de un lugar a otro o bien cuando son almacenados.
En cuanto a su adaptabilidad para satisfacer los distintos tamaños y formas requeridos, el EPS ha demostrado ser muy ligero y fácil de manejar gracias a su gran flexibilidad. Es también uno de lo los materiales de envase/embalaje más higiénicos de los que se dispone, ya que no es tóxico y no altera ni el sabor ni olor, ni permite que aromas extraños se impregnen en el producto. Además, no contamina el medio ambiente y es 100% reciclable. Asimismo, su uso implica un beneficio económico: su ligereza contribuye a disminuir el coste del transporte con el consiguiente ahorro de combustible.
Por lo tanto, el EPS se trata de un material muy beneficioso, ya que las personas consumen alimentos mejor conservados y más seguros para la salud, además de ser respetuoso con el medio ambiente.