La industria de los plásticos sigue avanzando hacia la Economía Circular
El sector de los plásticos impulsa proyectos para avanzar hacia una Europa más circular y más eficiente en el uso de los recursos
AIMPLAS, ANAIP, ANARPLA, AVEP, CICLOPLAST y PlasticsEurope, de la mano de la I+D+i, apoyan a la industria de los plásticos para llevar a cabo proyectos que mejoren la sostenibilidad de los productos y procesos del sector. En este sentido, ya se han hecho realidad innovaciones sostenibles, como las tecnologías de reciclado avanzadas que permiten a la industria recuperar filmes impresos y envases que hayan contenido productos peligrosos para reciclarlos posteriormente y volver a utilizarlos como nuevos envases; o tramos de carretera asfaltados con una mezcla más resistente que el asfalto convencional elaborada con residuos de tapones, envases, perchas y neumáticos. También se trabaja para conseguir incorporar material reciclado en envases alimentarios con el reto de adecuarse a las exigentes medidas de seguridad que estos productos requieren. Las tecnologías más avanzadas del reciclado tienen un futuro muy prometedor, donde el reciclado químico (que permite obtener de nuevo las materias primas) está llamado a ser la opción complementaria para conseguir una mayor circularidad de estos materiales.
Además, en los últimos años, la industria se ha comprometido con una serie de iniciativas enmarcadas en la Estrategia Europea de Plásticos con objetivos y medidas en reciclaje, reutilización, y en el fomento del uso de material reciclado, ….
A pesar de todas estas iniciativas y proyectos, el reto de los residuos abandonados o mal gestionados hace necesario que tanto la industria, como las administraciones y los consumidores continúen trabajando. Los unos para facilitar las infraestructuras y medidas necesarias y los otros utilizándolas correctamente para aprovechar el valor de los residuos plásticos. Transformar el modelo de economía lineal en circular y conseguir así un aprovechamiento más eficiente de los residuos, que deben ser considerados como recursos. Los residuos mal gestionados o abandonados son la causa de las basuras marinas. Partiendo de estas dos premisas sería mucho más fácil avanzar en todas las formas de reciclado de los productos plásticos y evitar la inaceptable situación de los plásticos abandonados en el medio ambiente.
Echando la mirada hacia atrás hace más de 150 años, los materiales plásticos nacieron como solución al reto medio ambiental de sustituir el uso de materiales escasos y poco sostenibles –como el marfil (que se utilizaba en la fabricación de bolas de billar, por ejemplo) o el carey (que se utilizaba para fabricar diferentes objetos de cuidado personal, como peines o espejos)-. Desde entonces, siempre que se han utilizado los materiales plásticos ha sido para aportar mejores prestaciones que las opciones que ya existían. Por su capacidad de reducir el peso manteniendo la resistencia; de ofrecer productos seguros e irrompibles a la vez que flexibles; de facilitar higiene y esterilidad en el entorno hospitalario, etc. los plásticos forman parte de nuestra vida y nos proporcionan seguridad, higiene, confort y progreso.
Esta versatilidad de los plásticos también es clave a la hora de gestionar correctamente el fin de vida de los productos, impulsando que se aproveche todo su valor y evitando que acaben en el medio ambiente.
En sus decálogos #NoCulpesAlPlástico y #DiseñadosParaProteger, las seis entidades no solo destacan la adecuación de los plásticos a la Economía Circular por su capacidad para ser reciclados, sino que también explican las ventajas de estos materiales a la hora de conservar los alimentos en buen estado durante más tiempo, libres de plagas y de forma más eficiente por su ligereza y prestaciones. Además, repasan todas las aplicaciones de alto valor añadido de los mismos como las que salvan vidas en el sector de la medicina o la seguridad, las aplicaciones en construcción en las que su durabilidad permite obtener importantes ahorros energéticos, o en el sector del transporte o a la agricultura, donde ahorran consumo de combustible a través de la reducción de peso de los vehículos y de agua gracias al microrriego. También en el cuestionado monouso, algunas aplicaciones como las que permiten mantener condiciones de higiene o seguridad, son irrenunciables.