La recogida selectiva en los contenedores amarillos y azules en España tuvo un coste en 2021 de 681 millones de euros
- Ecoembes pagó esta cantidad para sufragar la recogida, transporte y selección de estos residuos en España, tal como marca la ley.
- En 2021, se enviaron 1.570.513 toneladas de envases domésticos ligeros (envases de plástico, metálicos, briks) y de papel y cartón a instalaciones recicladoras homologadas en España, un 5,3% más que el año anterior.
El coste en 2021 de la recogida, transporte y selección de las 1.570.513 toneladas de envases domésticos ligeros (envases de plástico, metal, briks) y de papel y cartón que se enviaron a instalaciones recicladoras en España, ascendió a 681 millones de euros. Esta es la cantidad que Ecoembes, el Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) que coordina y financia el reciclaje de estos residuos, destinó tanto a los ayuntamientos y comunidades autónomas, que prestan el servicio recogida y selección; como a las empresas gestoras de residuos autorizadas por las comunidades autónomas y que recogen estos envases allá donde la recogida selectiva municipal no llega, especialmente lugares de gran afluencia como centros de ocio, instalaciones deportivas u oficinas. Este dato se recoge en el Informe Anual recién publicado por la organización.
El pago de estos costes por parte de Ecoembes se realiza a través de los convenios que tiene suscritos con las Administraciones Públicas encargadas de prestar el servicio de recogida y selección de residuos en todo el país. Estos convenios contemplan unas fórmulas de pago que incorporan todos los factores que intervienen en los procesos de recogida y selección de los envases domésticos ligeros, desde los contenedores hasta los vehículos, pasando por el personal y las instalaciones. Además, se recogen las particularidades asociadas a las características territoriales, poblacionales y urbanísticas de cada municipio con el objetivo de primar en todo momento la máxima eficiencia y sostenibilidad del sistema de gestión de estos residuos.
Gracias a los convenios no solo se garantiza la financiación por parte de Ecoembes del coste adicional que la recogida selectiva, selección y tratamiento de estos residuos supone para los ayuntamientos, sino que además se sufragan las campañas de sensibilización y concienciación para fomentar el hábito de reciclar entre la ciudadanía.
Estos envases domésticos que se envían a las instalaciones recicladoras homologadas se someten a estrictos controles de trazabilidad a lo largo del proceso del reciclaje, desde que los ciudadanos los depositan en los contenedores hasta que llegan a las plantas de reciclaje. De hecho, solo en 2021 se realizaron más de 25.000 auditorías y controles de calidad a lo largo de esta cadena.
A más reciclaje, más coste
Los costes de la recogida selectiva en los contenedores amarillo y azules varían de año en año, ya que vienen determinados por la colaboración ciudadana con el reciclaje de los envases domésticos ligeros. Es decir, a mayor participación ciudadana en la recogida selectiva de estos residuos -como ha ocurrido este año, en el que las toneladas enviadas a instalaciones recicladoras han aumentado un 5% respecto al anterior- mayores costes supone su gestión.
Para hacer frente a los mismos, Ecoembes obtiene ingresos por dos vías: por un lado, a través de las tarifas de Punto Verde que tienen que abonar las empresas que forman parte del sistema (cumpliendo así con la Ley 7/22) y por otro, a través de la venta de materiales a instalaciones recicladores homologadas.
En este sentido, las tarifas del Punto Verde que deben abonar las empresas que ponen envases en el mercado parten de la premisa de buscar un equilibrio patrimonial ya que Ecoembes es, por ley, una organización sin ánimo de lucro. Es decir, no buscan generar ningún tipo de beneficio para el sistema, sino hacer frente a los gastos de sistema. Para calcular estas tarifas, desde Ecoembes se tienen en cuenta diferentes factores que afectan a la gestión de cada residuo de envase y a la sostenibilidad de este: desde su peso hasta el material por el que están compuestos, así como su capacidad para ser reciclado. Este proceso es participativo y forman parte de él tanto empresas que comercializan productos envasados en el mercado como entidades que representan a los fabricantes, recuperadores y recicladores de los materiales que se utilizan en la fabricación estos envases.