La sustitución de cajas de cartón por envases de plástico reutilizables reduciría anualmente 4426 Kt CO2 en la fase de embalaje y retail en España
Por Sahar Azarkamand, investigadora de la Beca ARECO de la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida de ESCI-UPF.
Garantizar suficiente alimento para la creciente población mundial, al mismo tiempo que se reducen los impactos en el medio ambiente, es uno de los principales desafíos del siglo XXI (UN, 2015). Los sistemas alimentarios son responsables del 23-42% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) (IPCC, 2022). En general, las GEIs antes y después de la producción agrícola alcanzaron los 5.5 mil millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (Gt CO2eq) a nivel mundial en 2020, el 33% de las emisiones de los sistemas agroalimentarios (FAO, 2023).
La cadena alimentaria genera GEI en todas las fases lo cual incluye, después de producción agrícola, el procesamiento, el embalaje, el transporte y el retail. Basándonos en la FAO en 2021, la proporción de emisiones de producción postagrícola relacionadas con el embalaje y el retail en España es aproximadamente del 12% y el 15%, respectivamente (FAO, 2023).
En este sentido, el envasado podría desempeñar un papel importante en la reducción de las emisiones de GEI en las fases de retail y embalaje. Para lograrlo, es necesario calcular las emisiones de GEI a lo largo del ciclo de vida de diferentes tipos de envases.
Es aquí donde el Análisis del Ciclo de Vida (ACV) desempeña un papel esencial. En este sentido, la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático ESCI-UPF ha realizado un estudio para calcular los impactos ambientales, asociado a la distribución de frutas y hortalizas en el mercado interior español (peninsular), mediante la comparación de dos soluciones de embalaje: cajas de cartón desechables y Envases Reutilizables de Transporte (ERT). El estudio incluye el ciclo de vida completo de ambos sistemas de distribución, considerando las etapas de extracción de la materia prima para la fabricación de las cajas, el proceso productivo, de distribución y uso, y las de reciclaje o depósito final en vertedero o incinerador después de su vida útil. La unidad funcional extendida utilizada en el escenario base es la distribución de 1.000 toneladas de frutas y verduras, con un peso transportado de 15 kg por caja, en cajas de cartón (un solo uso) o ERT con 10 años de vida útil y 10 rotaciones por año. Según los resultados del estudio las ERT tienen una menor huella de carbono (88%) que las de cartón de un solo uso (BALA and FULLANA, 2017).
Según datos de la FAO de 2023, en España el 27% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la producción postagrícola, que equivale a 5.030,50 tCO2 Equiv., provienen del embalaje y retail. Suponiendo que solo se utilizaran cajas de cartón para el envasado y que fueran sustituirlas por ERT, podríamos lograr una reducción del 88% (Fig 1). Esto se traduce en alrededor de 4.426 Kt CO2 Equiv. de reducción anual en la fase de embalaje y retail en la fase producción postagrícola en España.
Por lo tanto, la transición de cajas de cartón a cajas de ERT en toda la cadena de suministro tiene un gran potencial para reducir la huella de carbono y fomentar la sostenibilidad.
Además de las emisiones de gases de efecto invernadero, otro impacto del embalaje en la producción postagrícola es la generación de residuos. Entre 2009 y 2020, la masa total de residuos de envases generados en la Unión Europea aumentó un 20% (EU, 2023). En el ACV realizado por la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático se ha considerado que el 100% de las cajas de ERT dañadas que son identificadas en la etapa de inspección son enviadas a un reciclador (según los datos facilitados por Euro Pool Systems, IFCO y Logifruit) y que estas están fabricadas 100% con material virgen. En cuanto a las cajas de cartón, se ha considerado que están fabricadas con un 20% de material reciclado (según datos de FEFCO para la referencia CF1) y que al final de su vida útil el 80% son recicladas y utilizadas de nuevo en la fabricación de nuevas cajas y que el 20% restante son incineradas en una instalación con recuperación de energía.
Según la Directiva sobre Envases y Residuos de Envases, los Estados miembros de la Unión Europea deben prevenir la generación de residuos de envases y minimizar el impacto ambiental del embalaje. También deben tomar medidas para aumentar la proporción de envases reutilizables colocados en el mercado e implementar sistemas de reutilización de envases, sin comprometer la higiene alimentaria ni la seguridad del consumidor (EU, 2023). En este sentido, y para lograr los objetivos de esta normativa, el uso de ERT es mejor desde el punto de vista ambiental. No solo por la reducción de envases generados, sino también por la reducción del impacto asociado a la etapa de distribución.