AIMPLAS TRABAJA EN UN PROCESO DE DESCONTAMINACIÓN EFICAZ DE POLIOLEFINAS PARA APLICACIONES DE CONTACTO ALIMENTARIO Y PROPONE LOS BIOENSAYOS IN VITRO PARA LA EVALUACIÓN DE RIESGOS DE NIAS

Amira Fernández Ramos, Investigadora Laboratorio Food Contact & Packaging, AIMPLAS

Una de las principales preocupaciones en el sector del plástico y, más concretamente en el sector alimentario, es la inclusión de material plástico reciclado como envase. RECYCLING INVITRO NIAS, proyecto llevado a cabo en las instalaciones de AIMPLAS, Centro Tecnológico del Plástico, persigue un objetivo doble: disponer de procesos de descontaminación eficientes del polipropileno para poder emplear material reciclado resultante en aplicaciones alimentarias y optimizar la metodología de evaluación de riesgos de NIAS mediante bioensayos in vitro. 

Envases de material reciclado: situación actual

El primer objetivo nace en base a las medidas de la Unión Europea para la incorporación de material reciclado en envases. De hecho, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), ha definido una serie de procesos de descontaminación para obtener material reciclado destinado a aplicaciones alimentarias. Este protocolo consiste principalmente en la elaboración de un dosier donde se recoge toda la información respecto al proceso de reciclado empleado, los datos de una contaminación controlada (Challenge Test), las eficiencias de descontaminación y resultados de los correspondientes ensayos de migración.

De esta forma, durante la primera parte del proyecto RECYCLING INVITRO NIAS, se contamina el material con contaminantes de referencia indicados en la EFSA. Tras la contaminación del material, se procede con el análisis para determinar el grado de contaminación y, seguidamente, se somete el material a un proceso de descontaminación para, una vez más, controlar el material descontaminado y determinar la concentración remanente de cada uno de los contaminantes de referencia.

Materiales de envase alimentario: sustancias desconocidas y su problemática

Los materiales de envases y envases de contacto alimentario deben garantizar la seguridad de los consumidores, sobre todo cuando se hace referencia a material reciclado.

Durante los procesos de producción de envases plásticos, es decir, desde la generación de la granza hasta la formación de envases, se utilizan sustancias conocidas cuyos niveles de migración desde el material hacia los alimentos son analizados para que cumplan con la regulación y, por tanto, garanticen la seguridad alimentaria. Estas sustancias, conocidas como IAS (“Intentionally Added Substances”) son fácilmente identificadas y se corresponden con monómeros, catalizadores, disolventes, etc. que han sido empleados intencionadamente durante el proceso de fabricación de envases. Sin embargo, en los últimos años hay una creciente preocupación por la presencia de sustancias desconocidas las cuales no han sido añadidas intencionadamente en los procesos de fabricación de envases. Estas sustancias se conocen comúnmente como NIAS (“Non-Intentionally Added Substances”).

Las NIAS fueron definidas por primera vez en el artículo 3 del Reglamento (EU) 10/2011. En el Preámbulo de este Reglamento se indica que cualquier riesgo potencial derivado de estas sustancias debe ser evaluado por el fabricante con arreglo a principios científicos sobre evaluación de riesgos internacionalmente reconocidos. Pese a este marco legislativo, en la actualidad no existe una referencia clara sobre cómo manejar las sustancias desconocidas y la evaluación de su riesgo, y existe un vacío muy importante entre los requerimientos establecidos en la legislación.

Las NIAS pueden tener diferente naturaleza debido a la variabilidad de las fuentes de las que provienen. Desde un punto de vista muy general, las principales fuentes de procedencia de estas sustancias son dos: (i) impurezas de los aditivos y sustancias empleadas; (ii) productos de reacción intermedios formados durante el proceso de producción, o de descomposición o de reacción.

Teniendo en cuenta el contexto del proyecto, cabe destacar que la preocupación por las NIAS aumenta considerablemente cuando se habla de materiales reciclados, ya sea por el mismo material de plástico previo o por el proceso de reciclado.

Todo ello supone grandes esfuerzos para las entidades pertinentes a la hora de identificar y cuantificar este tipo de sustancias. Además, las técnicas analíticas disponibles no consiguen garantizar al 100% la seguridad alimentaria.

Bioensayos in vitro: una herramienta para la evaluación de riesgos de materiales reciclados

Teniendo en cuenta este escenario, es vital estandarizar una metodología integral de evaluación de procesos capaz de considerar en su conjunto la totalidad de las sustancias que se puedan generar. Por ello, se propone como herramienta la aplicación de bioensayos in vitro para evaluar los riesgos de materiales reciclados. Estas técnicas in vitro están basadas en cultivos celulares y son de gran interés para la evaluación de riesgos de sustancias de naturaleza desconocida en mezclas complejas, pues estudian la toxicidad como un todo.  Esta propiedad convierte las técnicas de cultivos celulares en una pieza fundamental a incluir en los análisis que persiguen la seguridad alimentaria y del consumidor.