STADLER: el secreto de una puesta en marcha precisa y la entrega puntual de cada proyecto
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La voluntad de alcanzar una economía circular con la que abordar el problema de los residuos a nivel mundial está sin duda generando un crecimiento de la industria del reciclado y aumentando la complejidad de los requerimientos. Las empresas de servicios medioambientales y las empresas de gestión de residuos necesitan instalaciones de clasificación capaces de procesar con eficacia un alto volumen de residuos, al tiempo que consiguen las producciones de alta calidad requerido para cada tipo de producto. A la hora de planificar la construcción de una planta nueva o de modernizar una ya existente para cumplir estos requisitos, resulta esencial elegir a una empresa que se encargue tanto del diseño como de la construcción.
La importancia de una puesta en marcha puntual
Un factor fundamental a la hora de realizar esta elección es la capacidad de la empresa para cumplir los plazos y completar la puesta en marcha en el tiempo previsto.
“El material clasificado en nuestra planta viene definido por contratos con puntos de partida fijos”, explica Tristan Merk, director de proyecto del proveedor de servicios medioambientales PreZero Recycling. “Por ello, es muy importante cumplir los hitos programados. Si el plazo de construcción o de puesta en marcha no se cumple, nos arriesgamos a sufrir problemas con nuestro cliente o a perder el contrato”. Por su parte, David Aguado Teruel, director técnico del Grupo GRIÑÓ en España coincide: una entrega tardía del proyecto tendría “un efecto muy negativo, porque el retraso tiene un impacto directo sobre la viabilidad de nuestro plan de negocio y nuestros compromisos, así como sobre nuestra capacidad para prestar los servicios a nuestros clientes y a las Administraciones Públicas”.
STADLER es perfectamente consciente de la vital importancia de una puesta en marcha puntual. Tal y como explica Carlos Machado Atienza, director internacional de ventas de STADLER: “las implicaciones de un retraso para nuestro cliente son graves. Estamos hablando de pérdidas de miles de euros de material no recuperado y de costes fijos ya contratados, por no hablar de los gastos de vertido de residuos”. Por su parte Ventura Montes, director de las plantas de tratamiento de residuos de PreZero Spain en Cataluña, añade: “en el caso de una planta de envasado, podríamos hacer frente a costes mensuales de alrededor de 350.000 euros para soluciones alternativas de tratamiento de residuos y unos 400.000 euros en concepto de pérdida de oportunidades. Para instalaciones más grandes, como una planta de tratamiento de residuos urbanos, podrían generarse unos costes fijos de alrededor de 350.000 euros al mes más unos 2 millones de euros en concepto de pérdidas de ventas”.
“Por eso estudiamos al detalle el calendario de trabajo”, dice Carlos Machado Atienza. «El reconocido prestigio de STADLER no solo se debe a la calidad de nuestros productos y nuestra especialización, sino también a la seriedad con la que realizamos la puesta en marcha y la puntualidad a la hora de entregar proyectos». Ventura Montes coincide: “uno de los puntos fuertes de STADLER es que siempre cumple los plazos, incluso se adelantan algunos días. Cada vez que contratamos a STADLER para la construcción o la mejora de plantas, la puesta en marcha es puntual y se requieren muy pocos ajustes después de la instalación”.
El secreto de STADLER para una puesta en marcha fluida y puntual
La planificación cuidadosa basada en la experiencia de STADLER es un factor fundamental para su capacidad para cumplir los plazos de manera sistemática. “En primer lugar, solo establecemos plazos que sabemos que podemos cumplir”, dice Benjamin Eule, director de STADLER UK y jefe de puesta en marcha. “Y es que la entrega final no solo se refiere a la instalación puntual, sino también a la puesta en marcha de la instalación para iniciar la producción. Trabajamos con plazos realistas y reservamos tiempo suficiente para cada fase”.
Las capacidades internas de STADLER también son un factor importante, explica Benjamin Eule: “como disponemos de equipos internos para la instalación mecánica y la planificación eléctrica, la instalación y la programación del control de procesos, podemos controlar y gestionar los plazos de entrega. También tenemos una comunicación interna más rápida y mayor flexibilidad para ajustar los requisitos del trabajo en múltiples proyectos”. Carlos Manchado Atienza añade: “todo el trabajo preparatorio relacionado con el proyecto técnico detallado y la ingeniería de construcción nos ayudan en la fabricación y nos conceden una ventaja a la hora de preparar el montaje”.
Las funciones claras y la colaboración efectiva del equipo local y el equipo de la oficina principal son cruciales, según explica Carlos Machado Atienza: “la coordinación y la planificación entre los distintos departamentos son esenciales. El buen trabajo de los equipos de ventas con la ingeniería básica, seguido del trabajo de la oficina principal en lo relacionado con el proyecto técnico detallado y la ingeniería de construcción nos dotan de una ventaja competitiva. La profesionalidad de todos los participantes y el conocimiento de nuestros equipos, desde ventas y gestión de proyectos hasta producción y montaje, nos permiten confiar en los plazos establecidos”.
Ricardo Micó, director de montaje de STADLER en España, señala: “para nosotros, es clave tanto respetar los hitos del proyecto como la coordinación eficaz con todos los departamentos de STADLER para satisfacer las necesidades de nuestros clientes. Esto nos confiere una ventaja imbatible a la hora de ganarnos la total confianza de nuestros clientes”.
Una reputación de trabajo de calidad y puesta en marcha puntual
El proveedor de servicios medioambientales PreZero ha contratado a STADLER para varios proyectos, recurriendo a la empresa una y otra vez por su fiabilidad.
“Siempre surgen retos e imprevistos; STADLER se adapta y es flexible. Si es necesario, su equipo de montaje trabaja los fines de semana, los festivos, por la noche… En una ocasión, incluso duplicaron sus recursos humanos para entregar en la fecha pactada”, explica Ventura Montes. “Si se trata de un proyecto a gran escala o prevemos que la mejora será complicada, siempre tratamos de trabajar con STADLER”.
Recientemente, STADLER ha diseñado y construido la planta de clasificación y reciclaje de Almonacid del Marquesado, en España, para el Grupo GRIÑÓ. “El proyecto coincidió con las últimas fases de la pandemia de coronavirus, por lo que fue necesario gestionar muy bien los recursos y materiales necesarios para el montaje”, concluye David Aguado Teruel. “Según mi experiencia, STADLER es una empresa que ha demostrado en sus proyectos su compromiso con el cumplimiento de los plazos y los hitos. Recomendaría a STADLER para la construcción, la instalación y la puesta en marcha de cualquier planta de tratamiento de residuos”.