Strade Digital Print: un viaje de éxito gracias a la determinación y a la diferenciación basada en la entrega de valor
La historia de Strade Digital Print, hasta el día de hoy, se ha definido por el esfuerzo y por las ganas y determinación de hacer realidad un sueño. Carlos García, fundador y propietario de la empresa madrileña, comenzó su camino de emprendimiento en el sector de las artes gráficas en un pequeño taller, de apenas 8 m2, y, ahora, comienza el nuevo año estrenando unas impresionantes instalaciones de unos 1500 m2, que le permite optimizar los flujos de trabajo y aprovechar toda la capacidad productiva que le ofrece su renovado parque de maquinaria. Precisamente es en este contexto de crecimiento en el que se enmarca la instalación de un nuevo equipo híbrido P5 350 HS de Durst, que alcanza los 710 m2/h, y que se suma a su Rho 512, una de las soluciones icónicas del grupo tirolés y una de las principales apuestas de Strade Digital Print, que sigue trabajando a pleno rendimiento después de seis años de producción.
Esta renovada apuesta demuestra, una vez más, la buena sinergia entre las dos empresas tras casi diez años de una colaboración que comenzó en 2014 cuando la empresa madrileña decidió instalar por primera vez un equipo de Durst, una Rho 320R, como parte de su estrategia de crecimiento basada en la inversión directa, con el objetivo de absorber trabajos de mayor volumen de los que venían haciendo tradicionalmente, y con times-to-market mucho más ágiles.
Echando la vista atrás, Strade Digital Print considera que «la apuesta por la tecnología de Durst fue todo un acierto». Claro ejemplo de ello y buen medidor de su capacidad productiva fue la producción y montaje de la comunicación visual de gran formato para la cumbre de la OTAN de 2022, todo un hito en su historia de éxito. «Teníamos que producir y montar en tiempo récord, optimizando el material y calculando toda la organización al milímetro, nada podía fallar y, sin duda, cumplimos con los objetivos. La ejecución de este evento fue para nosotros todo un orgullo y la prueba más evidente de cuál es nuestra capacidad gracias a nuestro capital humano y tecnológico», comenta Carlos García, director general y propietario de Strade Digital Print.
Aunque la empresa ha reforzado su capacidad productiva en la fase de impresión, confirma que seguirá apostando por el modelo de negocio B2B. «Evolucionamos desde la entrega de bienes en nuestros inicios a un modelo basado en la entrega de valor, que es un compromiso con la excelencia de servicio -atención 24/7, adaptación a peticiones especiales…-, de ahí la importancia de apostar por la innovación tecnológica», comenta David García, director de producción de Strade Digital Print, y subraya que, principalmente, la mayor parte de su volumen de pedidos proviene de una base de clientes muy fidelizada. «Contamos con clientes que tienen un histórico de 25 años trabajando con nosotros, colaboraciones que se han basado en una relación de confianza en todos los aspectos; por eso, hasta el día de hoy nuestra mejor herramienta comercial has sido el ‘boca a boca’ y queremos que esto siga definiéndonos, como sello de identidad», concluye.
La empresa trata de apostar por la innovación también respecto a las aplicaciones que produce, realizando una labor de investigación sobre nuevos materiales más sostenibles y, coherentemente, apostando por implementar todas aquellas medidas que supongan un ahorro energético y la minimización de la huella de carbono de sus procesos productivos, algo que, señalan, cada vez está siendo más valorado también por sus clientes.