Tendencias del etiquetado
La filial en España de Domino, Domino Amjet Ibérica, nos remite este artículo firmado por su director comercial y de marketing, Borja Adrián. En el mismo se detalla su
visión de las tendencias del etiquetado, con la trazabilidad como uno de los axiomas inexcusables, y la implantación definitiva de la identificación por radiofrecuencia, RFID, como meta de futuro.
La información es poder. Este axioma tan genérico y ampliamente utilizado en los ámbitos políticos es indudablemente aplicable a fabricantes de cualquier tipo de producto. En la actualidad, la gran cantidad de datos que se mueven en torno a cualquier mercancía han forzado la estandarización de dichos códigos a través de etiquetas que pueden incluir desde referencias simples como número de lote o caducidad, hasta conjuntos de datos más complejos que reúnen toda la trazabilidad del producto, desde su fabricación hasta su distribución y venta al consumidor final.
Trazabilidad
La trazabilidad de cualquier tipo de producto se ha convertido en una constante de la mano, de una parte, de la necesidad de las empresas de controlar esa información y por otra parte, y no menos importante, de las normativas nacionales e internacionales que se aplican y renuevan periódicamente.
Cada vez más empresas necesitan marcar sus mercancías con información que no sólo es fija sino también variable. A su vez, debe ser perfectamente legible por los últimos modelos de lectura electrónica que se han implantado en los cada vez más automatizados almacenes inteligentes. A ello se suma que las empresas distribuidoras, como pueden ser gigantes como Carrefour, Alcampo, El Corte Inglés o Mercadona, exigen cada vez más a sus proveedores que todos sus productos estén perfectamente identificados con una o incluso con dos etiquetas.
¿Por qué esa tendencia a introducir cada vez más datos en la cadena de suministro? Este tipo de marcajes facilitan y agilizan los trabajos, tanto en los grandes centros de distribución, para el control de almacenaje y existencias, como el control de las mercancías, sus contenidos, trazabilidad, procedencias o cantidades. La consecuencia inmediata es una mejor gestión del stock, con una mejora para el ahorro de costes.
El segundo punto que explica en mayor medida esa tendencia son las normativas sobre trazabilidad, y en especial la implantación del código EAN 128 con información variable (fecha y lote), que se lleva implantando en las empresas españolas desde 2005. El 1 de enero de ese año entró en vigor la obligación de trazabilidad establecida en el Reglamento europeo 178/2002. Dicha norma define la trazabilidad como la posibilidad de encontrar y seguir el rastro, a través de todas las etapas de producción, transformación y distribución de productos relacionados con el sector de alimentación y bebidas. En paralelo, también se ha situado el sector farmacéutico por evidentes razones de seguridad.
Las compañías de codificación y marcaje hemos evolucionado al compás del mercado, y como ocurre en Domino, nos hemos adelantado para poder ofrecer equipos y soluciones tan variables y adaptables como los productos que hay que codificar y marcar. Esa previsión de lo que sucederá en el futuro no es nada fácil, puesto que la tecnología y las necesidades son tremendamente cambiantes, y en épocas de crisis como la actual, las prioridades de las compañías se reorientan hacia máximas, entre otras, como el ahorro de costes.
Etiquetas RFID
Lo que es indudable es que el futuro pasa por la implantación de sistemas de aplicación e impresión de etiquetas capaces de compatibilizar la impresión y aplicación con RFID.
Pero, ¿qué es la RFID y qué implica en el mundo del etiquetaje?
La identificación por radiofrecuencia ha estado en los últimos años en la boca de todos los actores de la cadena de suministro. Sus bondades, de transmisión automática de gran cantidad de datos a través de etiquetas o “tags” mediante ondas de radio a una distancia considerable, suponían en un principio una auténtica revolución del tradicional marcaje gráfico. Incluso algunos vaticinaron el final del código de barras y de datos impresos en el etiquetaje, sobre todo en los embalajes secundarios y terciarios.
Sin embargo, dicha tecnología no se ha introducido con tanta fuerza como sus promotores predijeron. Por un lado, el etiquetaje impreso deberá seguir existiendo para el consumidor tradicional, puesto que datos tan básicos como la caducidad deberán seguir siendo legibles por el ojo. Por otro lado, la tecnología RFID sigue siendo aún muy costosa en comparación con el código de barras, y su integración con los sistemas de control de almacenes no está siendo todo lo fluida que los usuarios querrían.
Por todo ello, la opción es introducir el etiquetaje RFID combinado con la impresión tradicional. Esta evolución significa desarrollar equipos que combinen la impresión de información legible con la grabación de los tags, y todo ello en un solo proceso y con las especificaciones de calidad, rapidez y eficiencia para sectores tan rigurosos como por ejemplo el farmacéutico.
Así pues, las inversiones en I+D de compañías como Domino son claves para desarrollar soluciones y productos aptos para adaptarse a estas necesidades tan variables y cambiantes. En ese ámbito, llevamos tiempo trabajando en el área de soluciones RFID con productos como la serie M 300 de Domino. La serie M se diseñó como un sistema modular compuesto de impresora, aplicadora y accesorios, con lo que ha permitido que las diferentes versiones se hayan ido adaptando a las necesidades. Así, la versión 300 ha permitido introducir un sistema de impresión y aplicación de etiquetas compatible totalmente con la RFID.
El futuro
La pregunta es qué sucederá en un futuro más lejano. El etiquetaje seguirá evolucionando con las nuevas normativas, que ya son muy específicas y no variarán en su sustancia, y los equipos y servicios avanzarán de la mano de las nuevas tecnologías que mejorarán los rendimientos de la RFID y sobre todo los costes y la implementación con los sistemas tradicionales de trazabilidad utilizados en la cadena de suministro, tanto en la planta de fabricación como en el transporte, almacenamiento, picking de unidades, preparación de pedidos y gestión de stocks, sin olvidar la distribución final e incluso el retorno de unidades (logística inversa).
Sea cual sea la tecnología que depare el futuro, en Domino seguiremos apostando por ofrecer soluciones y productos que respondan a lo que el mercado demanda. De cualquier otra manera no hubiera sido posible mantenernos como líderes durante más de tres décadas.
Más información:
Domino Amjet Ibérica
Tel. 902 400 920
www.domino-spain.com