Centros de reciclado ECO EPS




Centros de reciclado ECO EPS

Anape, la Asociación Nacional de Poliestireno Expandido, promueve desde el año 2000 los centros ECO EPS, para favorecer la correcta gestión, tratamiento y reciclado de los residuos de envase y embalaje, y los generados por el sector de la construcción y rehabilitación de edificios.

Centros ECO EPS

Los Centros ECO EPS son empresas especializadas en el reciclado de poliestireno expandido que parten de transformadoras de ese material, lo que supone una elevada sinergia ya que una de las opciones de reciclado de los materiales recuperados consiste en introducirlos nuevamente en el proceso de fabricación del EPS.

Estos Centros ECO EPS se constituyen de conformidad a lo dispuesto en la legislación en materia medioambiental y de gestión de residuos. Además de su papel de empresas recicladoras, también actúan dando un servicio de acopio y transporte de los residuos en los puntos donde estos se originan y concentran.

Para convertirse en centro ECO EPS, los transformadores de poliestireno expandido deben adaptar sus instalaciones para poder realizar el acopio, triturado, acondicionado y reciclado de material, e implantar un sistema de calidad que asegure la calidad de las materias primas y de los productos reciclados, así como la trazabilidad de todo el proceso.

En la actualidad, Anape cuenta con seis centros de reciclado dedicados a la gestión y reciclado de residuos de poliestireno expandido. Los centros se sitúan en las Islas Baleares, Cataluña, Galicia, Madrid y Andalucía. La empresa Utilbox, de Chiclana de la Frontera, Cádiz, en Andalucía, ha sido el último centro en incorporarse al proyecto ECO EPS, para recoger, reutilizar y reciclar el EPS posterior al consumo.

En el Proyecto ECO EPS de Anape colaboran también Cicloplast, encargada de la gestión de los residuos plásticos, y Ecoembes, de la gestión de residuos de envase y embalaje.

100 por 100 reciclable

El EPS es reciclable 100 por 100, y en la actualidad se recicla alrededor de un 80 por 100 del material recuperado, aunque se trabaja con la expectativa de aumentar esa cifra cada año.

Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, en 2008 se reciclaron un total de 289.823 toneladas de plástico procedentes de envases y embalajes, lo que supone un 38 por 100 del total de la producción, frente a 252.673 toneladas recicladas en 2007, que supusieron un 33 por 100 del total.

El primer sector al que se ha dirigido Anape para solicitar colaboración en la tarea de reciclado de residuos de EPS ha sido el del electrodoméstico y la electrónica de consumo. El motivo es que este es uno de los principales destinos de aplicación de los envases y embalajes de poliestireno expandido y los embalajes de estos productos cuentan con una elevada tasa de recuperación.

La recolección de estos residuos se lleva a cabo en Puntos Limpios y en grandes superficies de venta de electrodomésticos, ya que son los lugares donde se concentra la generación de residuos de envases y embalajes de poliestireno expandido.

A nivel doméstico, el EPS debe ser depositado en los contenedores amarillos destinados al plástico. También puede ser entregado en los Puntos Limpios o centros de recogida convenidos con distintas organizaciones públicas y mercantiles para realizar el acopio de este material.

Cuando se ha generado una cantidad suficiente de residuos, se trasladan a los centros ECO EPS donde son valorizados, gestionados y tratados bajo la supervisión de Anape.

Tipos de residuos generados

El sistema de recuperación del EPS depende de la naturaleza del residuo generado, que a su vez depende de su procedencia. De esta forma podemos encontrar tres tipos de residuos: industriales, del comercio y distribución, y domésticos.

Los residuos industriales son los que se originan tras la utilización de embalajes de EPS de transporte de diversos productos, que tras el ensamblaje han cumplido su función logística y pasan a convertirse en residuo. Esa situación, y por la concentración del residuo, cabe recogerlo en la industria generadora para su destino a un centro de reciclaje específico.

Los residuos del comercio y distribución incluyen en el caso del EPS las cajas de pescado y otros envases de alimentación (cárnicos, frutas y hortalizas), así como embalajes y bandejas agrupadoras de unidades de venta. Estos residuos se originan en los mercados centrales y en mercados y supermercados, y suelen ser gestionados por empresas especializadas.

Residuos domésticos son los que se generan en los domicilios particulares procedentes de envases y embalajes de EPS para artículos muy diversos, como grandes y pequeños electrodomésticos, juguetes y embalajes diversos. Los ciudadanos pueden destinar estos residuos al contenedor amarillo o transportarlos a puntos especiales de tratamiento de residuos (Puntos Limpios, Ecoparques, Dixallerías, etc.) donde admiten cantidades limitadas de residuos que requieren de un trato especial. En el caso del EPS, esta vía de gestión de residuos se justifica por el notable volumen de algunos embalajes.

Diferentes destinos del residuo

Los residuos de EPS pueden reciclarse mecánicamente o dedicarse a recuperación energética. El reciclado mecánico sirve para la fabricación

de nuevas piezas de EPS. Los envases y

embalajes post-consumo pueden triturarse y destinarse a la fabricación de nuevas piezas de EPS. De esta forma se fabrican nuevos embalajes con contenido reciclado o planchas para la construcción.

Los residuos de EPS tras su molido a diferentes granulometrías se mezclan con otros materiales de construcción para fabricar ladrillos ligeros y porosos, morteros y enlucidos aislantes, hormigones ligeros, etc.

Los embalajes de EPS usados se transforman con facilidad mediante simples procesos de fusión o sinterizado, lográndose el poliestireno compacto –PS en forma de granza. La granza así obtenida puede utilizarse para fabricar piezas sencillas mediante moldeo por inyección como perchas, bolígrafos, carcasas, o por extrusión en placas u otras formas.

La recuperación energética es la obtención de energía, normalmente en forma de calor, a partir de la combustión de los residuos. Este proceso es una opción de gestión de los residuos muy adecuada para aquellos productos y materiales que por diversos motivos no pueden reciclarse fácilmente.

Para los residuos sucios como las cajas de pescado o los semilleros, la recuperación energética es una opción de gestión de residuos segura y adecuada, con la que puede obtenerse un beneficio medioambiental de los mismos por el aprovechamiento de su energía.

La combustión del EPS en instalaciones de recuperación energética no produce gases dañinos, ya que las emisiones se controlan y filtran cuidadosamente. En las modernas plantas de combustión, el EPS libera la mayor parte de su contenido energético en forma de calor, ayudando a la combustión de otros residuos y emitiendo sólo dióxido de carbono, vapor de agua y trazas de cenizas no tóxicas. Es importante destacar que el EPS no contiene ningún gas de la familia de los CFCs.

Más información:
Anape
Tel. 913 140 807
www.anape.es

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