Garantía de frescura en el envasado de lechugas con EPS




Garantía de frescura en el envasado de lechugas con EPS

En este artículo de Anape, la Asociación Nacional de Poliestireno, se reflexiona sobre el mercado de frutas y verduras frescas y la elección de las cajas de poliestireno expandido como la mejor opción para garantizar la calidad del producto. Es habitual encontrar productos en el plato del consumidor que proceden de lugares muy alejados y han sido cosechados hace tan solo dos días. Su apariencia y sabor es esencial para lograr la confianza del consumidor, siendo en ese momento cuando entra en juego el envase elegido. En el caso de las lechugas, esto es especialmente importante, ya que, de su frescura y textura crujiente dependerá su consumo o no. Por ello, las cajas de poliestireno expandido es la mejor opción para garantizar la calidad de la lechuga, al asegurar que ambas propiedades se conserven intactas hasta su llegada al consumidor final. Las frutas y verduras frescas son tejidos vivos con un alto contenido en agua y diferentes formas y composición. Por consiguiente, el éxito de su envase dependerá de su capacidad para conservar las propiedades del alimento dentro de la cadena de comercialización del mismo. No debe olvidarse que, un inadecuado envase y/o embalaje de un alimento provocará que durante la fase de transporte, refrigeración, almacenamiento y venta se generen pérdidas de dinero y recursos. Entre los factores ambientales que pueden afectar más rápidamente a la calidad de las lechugas se encuentra el mantenimiento de las condiciones óptimas de humedad relativa y la temperatura. Para lograr el aspecto fresco y crujiente de la lechuga, dado que está constituida en un 90-95% por agua, es esencial que el envase garantice unas condiciones óptimas de humedad. Mientras que otros materiales como el cartón o la madera absorben el agua de la planta, empeorando consecuentemente su aspecto, el EPS la conserva. Gracias a ello, se logra una mejora de la apariencia y calidad del producto en los mercados o puntos de exposición para su venta. Además, a diferencia de otros materiales, no constituye substrato nutritivo alguno para los microorganismos. A ello hay que añadir otra ventaja más, al no ser un material higroscópico, las cajas de EPS con las lechugas se mantienen intactas cuando se limpian o refrescan, en caso de que sea necesario, antes de meterlas en las cámaras frigoríficas para su almacenamiento.

 

Mantenimiento de la temperatura

Otro aspecto crítico en el envasado de lechugas, es que el material seleccionado asegure unas bajas temperaturas durante el almacenamiento y transporte. Gracias a las excelentes propiedades aislantes del poliestireno expandido, se logra el mantenimiento de la temperatura óptima para la conservación de las mismas respecto a otros materiales. Conseguir mantener la calidad del alimento durante toda la cadena de comercialización, es el fin de un envase alimentario. Para ello, es fundamental que se establezcan regulaciones que lo verifiquen. A través de la prolija normativa de control y regulación de envases plásticos en contacto con alimentos en el ámbito europeo, se garantiza que los envases de poliestireno expandido no solo no presentan ningún impacto negativo sobre la calidad del producto, sino que aseguran y garantizan su conservación óptima frente al ataque de los diversos agentes ambientales.

 

Productos hortofrutícolas

En el caso de los productos hortofrutícolas, cobra especial relevancia también su gran capacidad amortiguadora de impactos, lo que se traduce en una conservación óptima de las cualidades del alimento. Este aspecto es de especial importancia para cualquier producto fresco en general, y sobre todo en el caso de aquéllos de origen vegetal, ya que deben mantener sus propiedades y apariencia intactas, como se ha mencionado con anterioridad, hasta su llegada al consumidor final. Si a ello le añadimos su inercia y su carácter higroscópico, el EPS se consolida como el material más adecuado para el envasado de frutas/verduras y derivados de origen vegetal, En la actualidad, la utilización de materiales menos aptos para la conservación de las lechugas ha derivado en un malestar general en el consumidor, que habitualmente se encuentran con el producto golpeado o estropeado por la rotura de la cadena de frío. Por ello, a la hora de elegir un material u otro, no debe olvidarse que el fin del envase es mantener las cualidades del producto correctamente, de manera que se garantice una calidad y unas condiciones higiénicas del mismo hasta su llegada al consumidor final.

 

Características del EPS

Desde el punto de vista ambiental, el EPS es un material reciclable al 100% de origen plástico, caracterizado además por tener tan sólo un 2% de materia prima respecto a su volumen final, siendo el 98% restante aire. Esta peculiaridad, su ligereza, unida a su gran capacidad de adaptación (moldeo adaptado a las necesidades) a las exigencias del producto, han derivado en que los envases de EPS sean muy ligeros además de resistentes, con el consiguiente ahorro de emisiones de CO2 derivadas de la logística de los productos envasados. La utilización de envases de EPS de productos hortofrutícolas cuenta con una larga lista de aplicaciones de éxito. A pesar de la actual crisis, este mercado se ha mantenido y continúa diseñando nuevas opciones de envasado para este tipo de productos, adaptándose a las particularidades de cada alimento. En definitiva, el uso de cajas de poliestireno expandido en el envasado de lechugas es un ejemplo de la idoneidad del EPS como envase de productos de origen vegetal. Gracias a sus propiedades aislantes, higiénicas, higroscópicas, resistencia y versatilidad, el EPS es una garantía para la salud del consumidor final, que dispondrá de la lechuga en su plato con todas sus cualidades y calidad intactas.

 

www.anape.es

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