Poliestireno expandido: versatilidad y sostenibilidad




Poliestireno expandido: versatilidad y sostenibilidad

Anape, la Asociación Nacional de Poliestireno Expandido, nos envía el siguiente artículo sobre las principales virtudes de este material de envase y embalaje, del que se benefician numerosos sectores industriales, entre ellos el de alimentos perecederos y el de la construcción.

El poliestireno expandido, EPS, conocido también como corcho blanco, es uno de los materiales que por sus cualidades de ligereza, amortiguación de impactos y de acústica, aislamiento térmico, resistencia a la humedad y al envejecimiento y por su gran versatilidad, es ampliamente utilizado en el sector de la construcción.
Su uso también implica beneficios medioambientales, derivados principalmente de su función de aislante térmico, reduciendo el gasto de energía por concepto de calefacción o refrigeración, y por utilizar materiales reciclados en su proceso de fabricación, a lo que se suma el bajo consumo de recursos materiales y energéticos que demanda.

Numerosos sectores
No sólo en la construcción se aprecian las propiedades del EPS. El poliestireno expandido es hoy por hoy uno de los materiales más utilizados en el envasado y embalado de todo tipo de productos como equipos electrodomésticos, electrónica e informática; también de productos de cosmética y farmacia, sin pasar por alto el mobiliario urbano y el sector juguetero. Es igualmente preferido para envasar alimentos delicados, como pescados y mariscos, derivados cárnicos, productos lácteos y de pastelería, frutas y hortalizas, y casi todos los alimentos que requieren ser conservados hasta su consumo.
La directora de Anape, Raquel López de la Banda, indica: “las aplicaciones del poliestireno expandido en realidad se diversifican en un abanico tan grande como la actividad humana y su creatividad: cascos protectores para ciclistas y motoristas, flotadores, salvavidas, planchas de surf, rellenos, objetos decorativos, soportes y un largo etcétera.”
En paralelo a las ventajas de su uso, este material presenta un impacto medioambiental bajo en comparación con otros materiales de envase y embalaje, porque no contiene ninguna sustancia dañina o tóxica para el entorno y puede ser reciclado a partir de un simple proceso de triturado mecánico, reincorporándose de nuevo al proceso productivo para fabricar nuevas piezas de EPS o bien ser mezclado con otros materiales.
La directora de Anape realza el aspecto de sostenibilidad del uso del EPS: “es un producto que ayuda a mejorar las condiciones de vida, al hacer más fáciles numerosas actividades humanas, sin olvidar que la industria que genera permite la creación de fuentes de empleo, y por ser 100 por 100 reciclable contribuye a un uso eficiente de los recursos naturales y de la energía.”
También señala que “representa un ahorro de tiempo y dinero pues es muy fácil de manipular para cualquier uso que se le quiera dar, sin olvidar la estética que aporta en la presentación de los productos embalados con él.”

Más información:
Anape
Tel. 913 140 807
www.anape.es

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