AIMPLAS trabaja en un mejor rendimiento de los bioplásticos para preservar alimentos y bebidas, pero también el medio ambiente
- A través del proyecto europeo PRESERVE, el Instituto Tecnológico del Plástico, está desarrollando recubrimientos barrera al vapor de agua basados en PHA para mejorar las propiedades barrera de los bioplásticos.
- También trabaja en el desarrollo de materiales reforzados para mejorar las propiedades mecánicas de los materiales reciclados.
- Coordinado por IRIS y con 26 socios participantes, PRESERVE fomenta el uso circular de envases biobasados, contribuyendo a impulsar la competitividad europea del sector, gracias a procesos, recubrimientos y adhesivos innovadores.
AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, participa en el proyecto europeo PRESERVE con el objetivo de mejorar el rendimiento de los bioplásticos, de forma que no sólo preserven de forma óptima alimentos y bebidas, sino que también protejan los recursos no renovables del planeta y el medio ambiente. Así, en el marco de esta investigación, AIMPLAS está desarrollando recubrimientos biobasados con propiedades barrera al vapor de agua y materiales reforzados con mejores propiedades mecánicas donde se tiene muy en cuenta el fin de vida (biodegradabilidad o reciclabilidad).
Coordinado por IRIS y con 26 socios participantes, el principal objetivo de PRESERVE es sustituir los plásticos de fuente fósil utilizados en los envases de alimentos y bebidas por plásticos biobasados y para ello se trabaja en la mejora de las tecnologías ya existentes en diseño de envases, la gestión de residuos y la recuperación de polímeros para impulsar el uso circular de los plásticos. Para ello, se están desarrollando un conjunto de procesos y materiales innovadores, como recubrimientos y adhesivos, que fomentarán la circularidad de los envases biobasados y contribuirán a impulsar la competitividad europea del sector.
En concreto, AIMPLAS está trabajando en el desarrollo de recubrimientos barrera al vapor de agua basados en PHA para mejorar las propiedades de envases basados en celulosa. Además, también está desarrollando materiales reforzados en procesos de compounding y extrusión de lámina plana convencionales para la mejora de las propiedades mecánicas de los bioplásticos reciclados. Asimismo, el centro también interviene en procesos de reciclado químico y enzimático para dar una segunda vida a los nuevos envases desarrollados.
Tal y como explica Lola Gómez, investigadora principal del proyecto en AIMPLAS “nuestro objetivo es minimizar el uso de plásticos de origen fósil fomentando el desarrollo de bioplásticos con las mismas propiedades e incluso mejores. Para ello, se trabajan diferentes estrategias de mejora de las propiedades como el desarrollo de recubrimientos barrera basados en proteínas y PHA, la obtención de adhesivos biobasados, la aplicación de radiación e-Beam para mejorar las propiedades barrera y mecánicas y el desarrollo de tecnologías de reforzado de polímeros para mejorar las propiedades de los bioplásticos reciclados”.
Además, -ha continuado la investigadora – “también nos centramos en la mejora del fin de vida mediante el uso de reciclado enzimático de biopoliésteres para obtener oligómeros que pueden ser aprovechados como aditivos, el uso de enzimas embebidas en los bioplásticos para mejorar la biodegradabilidad de los materiales y el uso de detergentes enzimáticos para favorecer la deslaminación de las estructuras multicapa. Así, se trabaja no sólo en la obtención de nuevos materiales sostenibles desde su origen, sino también en la mejora de su fin de vida”.
El proyecto, con una duración de cuatro años, se encuentra a mitad de su ejecución. AIMPLAS acogió el pasado mes de febrero la reunión general del consorcio.
PRESERVE desarrollará diferentes tipos de artículos de envase a base de fibra de celulosa y bioplástico totalmente basados en recursos renovables y con un impacto ambiental mínimo para validar los resultados desde una perspectiva de economía circular. El proyecto mejorará los biomateriales para conservar de forma óptima los productos alimenticios y bebidas, pero también reciclará los materiales resultantes al final de su vida útil para producir cajas de transporte, bolsas y envases para el cuidado personal de alto valor añadido.
Así, PRESERVE tiene potencial para cambiar hasta el 60% de los envases que actualmente utiliza el mercado. Este ambicioso objetivo es posible gracias a la colaboración de 26 organizaciones de 9 países europeos: IRIS, ASU, Centexbel, AIMPLAS, Fraunhofer, ITENE, NTT, UNIBO, ADM Biopolis, PLANET, BOSTIK, Carbiolice, SÜDPACK, Graphic Packaging International, SIBO Group, BEIERSDORF, OWS, PLATO, ROMEI, DENIMX, SILON SRO, KNEIA, Crowdhelix Network, European Bioplastics, Danone RD y Ferrero.
Este proyecto ha recibido financiación del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea en virtud del acuerdo de subvención n.º 952983.