Estrategias de ecodiseño para un envase flexible

Por: Jezabel Santomé, investigadora de Packaging en AIMPLAS

El objetivo principal del ecodiseño es introducir consideraciones ambientales en todas las etapas de un producto 

Introducción

El concepto de ecodiseño tiene su origen en los 90 y surgió de la necesidad de la sociedad en minimizar los impactos ambientales de los productos antes de que éstos se produzcan, cambiando de esta manera la forma tradicional de proceder de la industria, ya que, hasta entonces, se trataba de reparar el daño una vez este había ocurrido.

El objetivo principal del ecodiseño es introducir consideraciones ambientales en todas las etapas de un producto, desde su concepción o diseño hasta su fin de vida. Aunque en los últimos años el ecodiseño se viene aplicando en multitud de sectores como el textil, recubrimientos, artes gráficas, cerámico, etc., el sector donde más ha calado este concepto es en el sector de envases, no solo por la propia convicción de las empresas, o las exigencias de los consumidores, sino tambien debido a los últimos cambios legislativos (RD 1055/2022 de envases y residuos de envases y la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados). Por todo ello, el sector se ha visto obligado a tomar las riendas y el ecodiseño en envases se ha convertido en una herramienta fundamental para la transición hacia una economía más circular y sostenible.

La concepción de un envase, desde el punto de vista del ecodiseño, debe apoyarse, entre otras consideraciones técnicas, en la jerarquía de residuos. La jerarquía de residuos parte de una premisa elemental: tenemos que establecer prioridades, en este caso en concreto, esas prioridades han sido seleccionadas en base a cuáles de ellas tienen un menor impacto en el medioambiente.

Pero, la aplicación de las estrategias de ecodiseño además de apoyarse en la jerarquía de residuos, deben de estar basadas en fundamentos técnicos y estos deben de estar apoyados en herramientas que nos permitan evaluar la viabilidad de las mismas, es decir, debemos de sostener científicamente las decisiones tomadas. Tanto es así, que el 22 de marzo de 2023, la Comisión Europea publicó una propuesta de Directiva sobre la fundamentación y comunicación de afirmaciones ambientales explícitas llamada Green Claims Directive. El objetivo de esta directiva es controlar la proliferación de declaraciones medioambientales en los envases por parte de las empresas, ya que, en los últimos años es habitual encontrar etiquetas o textos con declaraciones del tipo: “Cero emisiones”, “100% reciclable”, “100% plástico reciclable”, etc., y estas no siempre tienen un respaldo científico detrás. La nueva directiva pretende proporcionar normas detalladas sobre cómo deben de hacerse las declaraciones medioambientales explícitas, por lo tanto, la aplicación de las estrategias de ecodiseño deberán de ser evaluadas y contrastadas.

Ecodiseño en envases flexibles

Según cifras de la Fundación Ellen MacArthur, anualmente se producen en el mundo cerca de 50 millones de toneladas de envases flexibles, lo que representa cerca de un 40% de todos los envases de plástico por peso y su tasa anual de crecimiento es superior al 3%. Este crecimiento se debe a sus innumerables ventajas, ya que, ofrecen, entre otras cosas, envases más atractivos y modernos, con formatos versátiles con un manejo fácil y seguro para el consumidor. Tambien ofrecen ventajas a los fabricantes, ya que, se requiere de menos material que en los envases rígidos, ocupan menos espacio de almacenamiento y conllevan menos costes, no solo de los materiales sino tambien en la producción y en la distribución. Por el contrario, los envases flexibles son principalmente de un solo uso, desechables y están presentes en todo tipo de productos y muy pocos de ellos se reciclan, por ejemplo, en Europa se recicla menos del 8%.

Por otro lado, más de la mitad (alrededor del 60%) de los films que se utilizan para la fabricación de envases flexibles para alimentos corresponde a laminados de materiales diferentes (film multicapa). Este elevado porcentaje de aplicación se debe, principalmente, a que los materiales plásticos para el envasado de alimentos deben cumplir con una serie de propiedades que garanticen su conservación, y en ocasiones, no existe un único material que reúna estos requisitos. Por lo que, la combinación de diferentes materiales aporta al envase las funcionalidades necesarias, las cuales, permiten un envasado eficiente, evitando así el desperdicio alimentario. Pero no todo son ventajas, el reciclaje de los envases multicapa es muy costoso y en muchos casos no se realiza, por lo que, en las plantas de clasificación estos acaban en la fracción mezcla, o contaminando el resto de los materiales.

Teniendo en cuenta lo comentado anteriormente, introducir estrategias de ecodiseño a la hora de confeccionar envases flexibles parece que resulta de vital importancia para reducir o eliminar los impactos que estos tienen en el medioambiente.

A la hora de abordar un cambio o un nuevo diseño en un envase son varias las estrategias que pueden implementarse, pero como se ha comentado deben de apoyarse, entre otras consideraciones, en la jerarquía de residuos. Lo primero que debemos sopesar es si el envase es necesario o no, evitando así generar un residuo que podría haberse evitado. En caso de ser necesario, una de las primeras estrategias es la reducción de material. Lo que se busca es utilizar la menor cantidad de material posible sin comprometer la funcionalidad y la protección del producto envasado. En muchas ocasiones se ven en el mercado productos sobre envasados (se estima que entre un 5 y 10% de los envases flexibles son innecesarios), por lo tanto, se debe concebir desde el inicio un envase que cumpla con los requerimientos exigidos siempre con la mínima cantidad de material. Esta estrategia además de, reducir el impacto medioambiental de las materias primas, tambien tiene repercusión positiva en el impacto medioambiental de las etapas de producción y transporte, ya que, se reduce la energía consumida en el procesado de los materiales y, además, aumenta la eficiencia en el uso de los medios de transporte, lo que conlleva en ambos casos, una reducción de costes y de las emisiones de CO2 correspondientes a estas etapas.

La reutilización es otra de las estrategias de ecodiseño que se puede aplicar, además es una de las excepciones para el impuesto recogido en la ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados. Esta estrategia está siendo aplicada y muy estudiada en los envases rígidos para diferentes productos como pueden ser: bebidas, productos cosméticos, salsas, etc, pero tiene menos acogida en los envases flexibles, principalmente por su propio diseño, que dificulta su lavado y posterior reutilización. Existen algunos formatos como los doypack con cierre zipper, velcro e incluso con tapón con altas posibilidades de reutilización. Sin embargo, se deben de seguir estudiando vías de reutilización para los envases flexibles.

A la hora de aplicar las estrategias de ecodiseño, se debe de tener en cuenta que muchas de ellas no pueden tomarse de forma aislada. Por ejemplo, una de las estrategias más utilizadas, es el cambio de materiales convencionales por materiales con menor impacto medioambiental, como pueden ser materiales reciclados o compostables o de origen renovable. En este caso, el cambio debe de tomarse tambien en función del fin de vida del envase, ya que, si, por ejemplo, se pretende introducir material compostable, se debe de conocer si existe la infraestructura adecuada para el tratamiento de estos envases compostables en el mercado donde se vayan a introducir, ya que, de lo contrario, no estaremos resolviendo el problema. Se estima que, si se construyen sistemas de recogida de residuos orgánicos, los materiales compostables podrían ser una alternativa para hasta un 20% de los envases flexibles.

Por otro lado, en algunas ocasiones, los cambios que desde el punto de vista teórico pueden ser una buena solución, no pueden llevarse a la práctica debido, por ejemplo, a los altos costes de los materiales de bajo impacto o en el caso de los materiales reciclados, que estos no estén disponibles. En España solo podemos encontrar para aplicaciones de contacto alimentario; materiales reciclados de PET, cuyo uso es para botella principalmente, y LDPE para su uso en bolsas, por lo tanto, el cambio a material reciclado puede ser en algunos casos costoso y en otros imposibles, por la escasez o la inexistencia de materia prima.

El cambio de los envases multicapa a monocapa o monomaterial es otra de las estrategias seguidas siempre y cuando no se comprometa, como se ha comentado anteriormente, la funcionalidad del envase. En este caso el proceso de reciclado es mucho más sencillo y económico, además supone un ahorro de consumo de energía y de recursos en su producción. El uso de estas estructuras monomaterial dentro de la industria alimentaria esta más limitado, ya que, en algunos productos no se consiguen las barreras a los gases que se obtienen con estructuras multicapa. Otra de las estrategias seguidas en los films multicapa es trabajar en la separación de las capas, esto, por ejemplo, se está estudiando a través de lo que se conoce como adhesivos reversibles, que son aquellos, que una vez ha llegado el fin de vida del envase, mediante estimulo externo (pH, temperatura, UV, etc.) el adhesivo pierde su función de adhesión y las capas de los envases son fácilmente separables, ayudando así la al reciclado de los mismos.

Y, por último, y no menos importante, la información y la educación del consumidor son piezas clave para que todas las estrategias de ecodiseño implantadas tengan éxito.  A través de una información clara y concisa y, sobre todo, de la educación del consumidor se debe de promover la correcta recogida de los envases y fomentar prácticas de consumo responsable. Esta estrategia se debe promover, por ejemplo, a través de: el etiquetado, donde se debe proporcionar información sobre los ingredientes, origen, certificaciones, impacto ambiental, instrucciones de reciclaje y disposición adecuada del producto.  Tambien se debe promover a través de campañas de concienciación, para educar a los consumidores sobre los impactos ambientales de sus elecciones de consumo. Estas campañas pueden estar dirigidas a la importancia de reducir, reutilizar y reciclar, y proporcionar ejemplos prácticos sobre cómo hacerlo. Y, por último, a través de programas de educación ambiental, incluyendo esta temática entre las asignaturas escolares.

Como se ha visto, existen diferentes estrategias de ecodiseño que se pueden adoptar para reducir el impacto medioambiental que tienen los envases flexibles, pero la aplicación de estas no tendrá éxito si todas las partes de la sociedad (administraciones públicas, fabricantes, recicladores, consumidores, etc.) no están comprometidas con su parte de responsabilidad.

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