Los ayudantes del futuro: igus acelera la robótica humanoide con la gama Low Cost Automation

Hacer la compra, cocinar, lavar la ropa o cortar el césped: los robots humanoides pueden convertirse en compañeros para toda la vida. Con el motion plastics bot, igus presenta un prototipo rentable y aprovecha el potencial de sus plásticos de alto rendimiento. (Fuente: igus GmbH)

igus presenta el primer prototipo de robot humanoide económico en la feria de Hannover 2022 

¿Un hombre, una máquina o ambas cosas? Los robots humanoides ya son una realidad. Después de años de investigación en robótica, igus presentó un prototipo del motion plastics bot en la feria de Hannover: un robot humanoide que combina las ventajas de los plásticos de alto rendimiento y la gama de componentes Low Cost Automation. 

Los robots se han convertido en unos elementos esenciales de nuestro día a día. Desde la transición a la Industria 4.0, cada vez hay más tareas automatizadas y nuevas formas de robótica se benefician, pero estas máquinas también pueden facilitar las tareas domésticas. Un humanoide que sea funcional y amigable y que tenga rasgos humanos puede ayudar a los humanos no como una máquina, sino como un compañero.

La investigación y el desarrollo de la robótica humanoide han avanzado de forma constante. Por ejemplo, un equipo de investigación de la Universidad Tecnológica de Chemnitz está desarrollando una piel electrónica sensible al tacto que podría hacer que los robots humanoides sean aún más humanos. Impulsado por la cuestión de la dirección en la que puede evolucionar la robótica, igus ha invertido tiempo en trabajar en su propia visión de un robot humanoide: el motion plastics bot. Alexander Mühlens, responsable de Tecnología de Automatización y Robótica de igus, explica: «Con el ReBeL de igus y nuestra gama drytech, disponíamos de los componentes necesarios para permitir que un robot se moviera. Para llevar a cabo este proyecto de un robot humanoide hemos trabajado con los expertos en robótica de TruPhysics, una start-up con sede en Stuttgart, que han equipado el humanoide inteligente con los motion plastics de igus y otros componentes. Está disponible bajo el nombre de Robert M3». Y añade: «Esperamos que el robot demuestre la interacción entre la inteligencia integrada y nuestros productos fabricados con plásticos de alto rendimiento, todo a un precio asequible». 

Un humanoide ligero, económico y sin necesidad de mantenimiento

Los polímeros optimizados tribológicamente de igus proporcionan al motion plastics bot una vida útil larga y sin problemas de mantenimiento, además de una clara ventaja: un funcionamiento sin lubricación. Al mismo tiempo, los plásticos de alto rendimiento permiten un diseño ligero con un peso de tan solo 78 kg, una altura de hasta 2,70 m y una envergadura de 1,50 m. El motion plastics bot cuenta con un AGV (vehículo de guiado automático) autopropulsado, un cuerpo telescópico, una cabeza con una pantalla integrada y un avatar para la comunicación interactiva. El elemento central es el ReBeL de igus, un robot con capacidades de cobot que se utiliza como brazos del robot. El engranaje de transmisión armónica totalmente integrado con motor, encoder absoluto, sistema de control de fuerza y controlador constituye el núcleo del ReBeL. El motion plastics bot se mueve a una velocidad moderada y tiene una capacidad de carga de 2 kg por brazo. Gracias a que toda la gama de productos de Low Cost Automation de igus puede ser cartografiada en el ROS, el robot se controla como una solución de código abierto a través del sistema operativo para robots (ROS). A partir de la creación del motion plastics bot, igus está combinando las ventajas de sus plásticos de alto rendimiento para el movimiento y su experiencia en automatización económica para seguir avanzando en el desarrollo de la próxima generación de robots.

No es solo una máquina, sino un compañero para toda la vida

«Vemos mucho potencial en los robots humanoides, pero nuestro mundo está construido por y para personas. Por eso, en lugar de limitarse a utilizar piezas de automatización individuales, tiene sentido estudiar los humanoides y los androides. La cuestión es cuándo estará listo el mercado», afirma Alexander Mühlens. Los robots con apariencia humana pueden realizar tanto tareas peligrosas como simples y monótonas. En un entorno profesional, el trabajo puede ir más allá del mero pick & place realizado por los brazos robóticos. En el sector doméstico, un bot puede sustituir a varios robots: podría aspirar de forma autónoma, cortar el césped, ir de compras, cocinar, lavar la ropa y realizar todo tipo de tareas, incluso cuidar a los enfermos. No sería solo una máquina, sino un compañero que podría ayudar a las personas durante mucho tiempo. «Hasta ahora, un robot de este tipo se ha asociado a costes elevados, pero si se tiene en cuenta la posible vida útil, a largo plazo compensaría», explica Mühlens. Y añade: «Nuestro objetivo es utilizar componentes de plástico para movimiento para demostrar soluciones sencillas y rentables para la robótica humanoide».

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