Las claves en la gestión de la cadena de frío

Zetes analiza en este artículo las claves en la gestión de la cadena de frío, que exige un método de fabricación, almacenamiento y transporte de mercancías, normalmente alimentos y productos farmacéuticos, a una determinada temperatura, y que dicha cadena nunca se rompa.

Una óptima gestión de la cadena de frío exige vigilancia, registro y documentación continuada, lo que es posible con el uso de etiquetas RFID, identificación por radiofrecuencia, con sensor de temperatura.

Calidad en los alimentos
Los encargados de tiendas se ven obligados en la actualidad a rechazar productos cuando no se siguen las recomendaciones de temperatura, lo mismo que rechazan productos en perfecto estado si su fecha de caducidad ha vencido.
Cuando los plátanos no se transportan o almacenan a la temperatura adecuada pierden peso, y el envase indica un peso superior al que tienen en realidad. También en la fruta delicada mantener la temperatura correcta es fundamental, caso contrario perece con mayor rapidez de la deseada.
Un sistema de gestión de la cadena de frío basado en la lectura de etiquetas RFID con sensor de temperatura es la solución a estos problemas. Las etiquetas registran la temperatura del entorno del producto y el sistema recopila la información y avisa cuando la temperatura crítica está a punto de superarse, durante toda la cadena de suministro y con participación de todas las partes interesadas.
Así es posible realizar mediciones en todo momento, evitando la pérdida de calidad y el deterioro de los productos, sean alimentos o productos farmacéuticos.

Tecnología RFID activa
La tecnología RFID activa o etiquetas inteligentes, como control continuo de las fluctuaciones de temperatura con alarma o alerta visual si los valores superan los límites acordados, es un método muy efectivo, aunque el coste de las etiquetas requiere el uso de embalajes reutilizables.
La adopción de esta tecnología exige el reciclado y una colaboración estrecha entre los socios externos de la cadena de suministro para el reajuste de las etiquetas y la devolución de envases para su limpieza. Ofrece beneficios adicionales a quien la adopta porque se minimizan las pérdidas y aporta métodos de muestreo continuo.
Gracias al etiquetado con RFID activa se introduce un mayor nivel de responsabilidad en la cadena de suministro, al ser posible identificar con exactitud quien ha estado implicado en cada parte, en qué condiciones y cuando ocurrió la incidencia.

Trabajo dirigido por voz
El trabajo dirigido por voz de Zetes ha sido puesto en práctica por muchos productores y proveedores de logística como la mejor manera de reducir los tiempos antes y después de la producción y manipulación, y antes de que las mercancías lleguen a su destino final de forma más rápida y segura.
Ahora, con los últimos dispositivos y aplicaciones asistidas por voz existe la posibilidad de incluir equipo adicional como una pantalla portátil con funciones específicas para mostrar el producto seleccionado y asegurarse de que se encuentra en las condiciones adecuadas. Esta tecnología ha madurado y las pequeñas y medianas empresas pueden acceder ya a ella con aplicaciones listas para usar, que pueden desplegarse en unos pocos días.
Pero el trabajo dirigido por voz no puede ir tan lejos para optimizar la cadena de frío, y no se utiliza para monitorizar activamente las condiciones de garantía de calidad. Otras tecnologías como el uso de etiquetas inteligentes, citado con anterioridad, se adaptan mejor a este punto.

Conclusión
La exigencia continua de los clientes de mayor calidad en los productos convierte en cuestión de tiempo que todos los socios de la cadena de frío trabajen de forma coordinada. Los beneficios para todas las partes son claros, porque con ellos se consigue una gestión óptima del inventario, mayor satisfacción del cliente, evitar riesgos y el intercambio de datos para la correcta gestión de la cadena de frío.

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